El Coaching es una disciplina que durante algunos años ha
copado muchas de las portadas de las revistas de RRHH. Hoy en día, pasado el
boom inicial, tiene defensores y detractores a partes iguales. En esta entrada no
pienso hacer una sesuda reflexión sobre el coaching; tampoco intentaré aclarar
diferencias entre las principales escuelas o constructos (escuela europea,
escuela norteamericana, escuela ontológica…). Ni siquiera voy a valorar las
virtudes o defectos de la disciplina en su conjunto. Se trata todas ellas de tareas
que me trascienden y que dejo para los expertos.
Lo que en realidad pretendo es, desde mi humilde
perspectiva, analizar qué pistas nos
proporciona el Coaching para mejorar el funcionamiento del día a día de las organizaciones
y qué parte pueden aplicar los líderes de nuestras empresas de cara a una labor
de liderazgo más efectiva.
Pero, ante todo, ¿Qué es el Coaching?
Hemos elegido 2 definiciones:
“Coaching es el arte de asistir a las personas para que
logren sus compromisos y lo hagan más allá de lo que parecía previamente
posible”.
Jim Selman (Fuente Internet)
“Coaching es el arte de hacer preguntas para ayudar a otras
personas a través del aprendizaje en la exploración y el descubrimiento de
nuevas creencias que tiene como
resultado el logro de los objetivos”.
Escuela Europea de Coaching (Fuente Internet)
Se trata pues de una metodología a través de la cual un facilitador, o coach, da
apoyo y acompaña a su interlocutor, o coachee, en un proceso de reflexión
dirigido básicamente a identificar las metas que se desean alcanzar y poner en
marcha las acciones orientadas a facilitar su consecución. Las herramientas fundamentales
son la escucha activa, la observación y las preguntas “socráticas”. A través de
ellas se identifican creencias arraigadas que están a la base de nuestras
acciones y, cuando no ayudan a la consecución de nuestros objetivos, se trabaja
para modificarlas o sustituirlas.
En mi opinión, muchos líderes pueden extraer enseñanzas muy
importantes del coaching, sin tener que llegar a hacerse coaches como tales. La
idea es usar aquello que les permita motivar a sus colaboradores y extraer su
máximo rendimiento. Ojo, esto no quiere decir que para enfocar algunos
problemas concretos o profundizar en una carrera profesional el coaching
“oficial” no sea una herramienta tremendamente útil. Lo que pretendemos subrayar es que algunas de sus técnicas y
conceptos los puede aprovechar cualquier líder para ejercer su liderazgo. En
este primer post citaremos los conceptos que consideramos más relevantes:
- Las personas pueden cambiar sus comportamientos.
- Nuestra percepción de la realidad no es la realidad, sino una interpretación de la misma.
- Comportamientos mantenidos en el tiempo, terminan por modificar esa percepción.
- La emoción nos predispone a actuar de una forma determinada. Para cambiar formas de actuar hay que cambiar las emociones.
- A la base de las emociones están juicios de valor y pensamientos que las desencadenan.
- Cambiando dicho juicio o pensamiento, generamos una nueva emoción y por ende un comportamiento distinto. SITUACIÓN- JUICIO-EMOCIÓN-ACCIÓN.
- Un juicio se basa en una serie de evidencias, pero esas evidencias podrían tener diferentes interpretaciones.
- Por tanto: mi enfoque sobre un problema, me predispone a solucionarlo (RESPONSABLE) o me limita (VICTIMA).
- Cuando nos hacemos cargo de un problema y lo asumimos como propio, entonces pasa a ser un reto. Y se genera COMPROMISO y MOTIVACIÓN para resolverlo.
Nuestra labor como líderes pasa entonces por tomarnos tiempo
en identificar creencias que están limitando nuestra propia visión y/o la de
nuestros colaboradores y transformarlas en creencias que generan compromiso y
motivación. Una vez más la pregunta clave es: ¿Esto se puede hacer de forma
sencilla?
En el la segunda parte de esta entrada trataré de contestar a la pregunta hablando sobre lo que aporta el coaching en el deporte y cómo se puede
trasladar al mundo de la empresa. Para ello volveré a utilizar como ejemplo mi gran
pasión, la carrera de la MARATÓN , ya que considero
que se trata de una disciplina en la que las creencias y emociones afloran de
tal forma que determinan totalmente la consecución o no de tu objetivo.